jueves, 16 de junio de 2011

Comentario imagen histórica. Mª Cristina de Habsburgo jura la constitución


Jura de la Constitución de 1.876 por la Reina Regente María Cristina de Habsburgo.1890-1897. Palacio del Senado. Madrid
Francisco Jover  y Joaquín Sorolla
Resumen del tema
Mª Cristina de Habsburgo, reina viuda de Alfonso XII y regente de España jura la Constitución de 1876.
Comentario
El 28 de noviembre de 1885 había muerto Alfonso XII. Dejaba una viuda, Mª Cristina, que estaba embarazada y dos hijas, Mª Mercedes y Mª Teresa.  Como preveía la                      constitución de 1876, Tit. VIII, art. 67  la regencia sería ejercida por la madre del futuro rey o reina. Las infantas eran menores de edad, al igual que  el hijo por nacer, fuera cual fuese su sexo. Ese hijo resultaría ser varón y reinaría con el nombre de Alfonso XIII.
La constitución también determinaba que el nuevo regente habría de jurar su lealtad al texto constitucional. Por ello, el 30 de diciembre de 1885, la reina viuda realizó este acto solemne.
Éste es el momento que recoge la obra. La pintura representa a los principales personajes en el centro de la composición. La reina regente, elevada sobre un escalón, lo que hace a que su figura resalte sobre todas las demás, de luto riguroso, llena de dolor pero con gran dignidad y entereza,  de perfil, para que se haga notar su embarazo, protege a las dos infantas. La mayor, entonces posible heredera, Mercedes se sitúa de frente.  Jura la Constitución, que sostiene el presidente del gobierno el conservador  Cánovas del Castillo, con su mano derecha apoyada en ella. El conde de Toreno, presidente del Congreso, sostiene el texto del juramento.
Aparecen también Sagasta, jefe de la oposición, miembros de la familia real, diputados y senadores, el gobierno  y en primer plano a la izquierda la infanta Eulalia y a la derecha el general Martínez Campos.  Esta pintura es el testimonio de un hecho histórico de importancia  pero junto al recuerdo en imágenes  contiene un mensaje político. La muerte inesperada de Alfonso XII había provocado  una grave crisis política y de estabilidad de la monarquía, en un momento en que la Restauración de la dinastía Alfonsina llevaba pocos años vigente. La entrevista en el palacio de El Pardo entre Cánovas y Sagasta   para  respetar el turnismo fue un primer paso para resolverla. El origen austriaco de la reina viuda había hecho sospechar a algunos si ésta no podría intentar volver al pasado. Ante este panorama, tanto Cánovas como Sagasta se esforzaron para que la regente tomara las riendas del poder cuanto antes y jurara la Constitución. Con  el juramento la regente aceptaba el liberalismo y mostraba que la  corona y la nación representada por la constitución y las Cortes estaban unidas indeleblemente.


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